Finalizada la Guerra Grande el Gobierno Nacional apunta su vista a la frontera norte, llamada por algunos como el ˜gran desierto˜ debido a la ausencia de asentamientos estables, tierra de nadie donde la ley existente era la del más fuerte y con fuerte presencia brasileña.
Es así que para marcar presencia soberana en la región se aprueba el 10 de julio de 1852 la ley que en su artículo 5º disponía la fundación de un pueblo sobre el río Cuareim, debiendo elegirse el lugar entre los Pasos de Yuquerí o del Bautista. Como esta zona en ese momento pertenecía al departamento de Salto (aproximadamente 3ª. Y 4ª. Sección) la Junta Económica Administrativa de ese departamento comisiona a un grupo de personas a realizar tal tarea.
En el documento levantado en esa ocasión dice en su primera parte: ˜En el Paso de Bautista del Río Cuareim a los doce días del mes de setiembre de mil ochocientos cincuenta y dos, reunidos los abajo firmados, comisionados por la Junta Económica Administrativa del Departamento integrada por Don Carlos Catalá como Presidente. Don Ventura Torrens y Don Santiago Montes y acompañados de los Tenientes Alcaldes Don Domingo Mellado y don Pablo Martínez, por la falta del Juez de Paz de la 4ª. Sección y al mismo tiempo de algunos vecinos, con el objeto de elegir el área y local más a propósito entre este paso y el de Yuquerí, para la formación del pueblo del Cuareim ordenada por ley de las Honorables Cámaras, y teniendo a la vista las instrucciones dadas por la referida Junta, despúes de un detenido examen y estudio de estas localidades, convienen y declaran no haber encontrado otro lugar más adaptable y propio para el Pueblo que el Paso de Bautista, y para su Ejido el terreno comprendido en la costa del Cuareim, que corre de SE a NO, entre los arroyos Ceibal por el NO y Sauzal por el SE con toda la tierra al Oeste y Sur que corresponda a la legua cuadrada que debe tener su Ejido.
En fé de ello firmamos la presente acta encabezando el libro de solares, y otra igual para la Junta E. A en cumplimiento a lo por ella dispuesto.
Carlos Catalá, Ventura Torrens, Santiago Montes, Domingo Mellado. A ruego de Pablo Martínez Domingo Mellado, Domingo Baltasar, Manuel Martínez, Fortunato Posadas, Pedro Argañarez˜
El pueblo fue delineado en campos que no pertenecían al Estado, dado que con fecha 15 de noviembre de 1837 el Gobierno Nacional se lo había adjudicado en mucha mayor extensión a Domingo Vázquez.
El pueblo fue delineado a 4 cuadras del río y constaba de 9 manzanas, incluída la dedicada a plaza. Cada manzana tenían 100 ˜varas˜ de lado y las calles 20, salvo la principal que tenía 25 de ancho.
Llamado de Cuareim (por ley), los miembros de la Comisión de Solares y los vecinos deciden, en homenaje póstumo al Gral. Eugenio Garzón, quien impulsó la fundación del pueblo y del que Catalá fuera secretario, denominarlo San Eugenio del Cuareim, nombre que no tendrá fuerza legal pero sí resonancia popular figurando inclusive en papeles oficiales. Se mantuvo hasta 1915 cuando cambió la categoría de villa por ciudad y el nombre por el de Artigas.
El 1º de octubre de 1884, por ley Nº 1757, la Asamblea General decretan la creación del actual departamento de Artigas, dividiendo al de Salto y designandose a San Eugenio como capital. Por el mismo decreto se divide el departamento de Tacuarembó creando el de Rivera.
